Minerva’s Dog and Other Problematic Points in Celestina’s Text

en A Companion to Celestina, edited by Enrique Fernández

The Renaissance society of America. Texts and Studies Series. Texts and Studies Series, 9. Brill, 2017.



A Companion to Celestina









Enrique Fernandez (University of Manitoba)

In A Companion to Celestina, Enrique Fernandez brings together twenty-three hitherto unpublished contributions on the Tragicomedia de Calisto y Melibea, popularly known as Celestina (c.1499) written by leading experts who summarize, evaluate and expand on previous studies. The resulting chapters offer the non-specialist an overview of Celestina studies. Those who already know the field will find state of the art studies filled with new insights that elaborate on or depart from the well-established currents of criticism. Celestina´s creation and sources, the parody of religious and erudite traditions, the treatment of magic, prostitution, the celestinesca and picaresque genre, the translations into other languages as well as the adaptations into the visual arts (engravings, paintings, films) are some of the topics included in this companion.

Contributors include: Beatriz de Alba-Koch, Raúl Álvarez Moreno, Consolación Baranda, Ted L. Bergman, Patrizia Botta, José Luis Canet, Fernando Cantalapiedra, Ricardo Castells, Ivy Corfis, Manuel da Costa Fontes, Enrique Fernandez, José Luis Gastañaga Ponce de León, Ryan D. Giles, Yolanda Iglesias, Gustavo Illades Aguiar, Kathleen V. Kish, Bienvenido Morros Mestres, Devid Paolini, Antonio Pérez Romero, Amaranta Saguar García, Connie Scarborough, Joseph T. Snow, and Enriqueta Zafra.

RESEÑAS

--Óscar Perea-Rodríguez, Hispanófila, The University of North Carolina at Chapel Hill, Department of Romance Studies, Volume 188, Enero 2020.

[...] Fernando Cantalapiedra Erostarbe emula el papel de Sísifo para ocuparse de las múltiples rocas de crítica textual que contiene La Celestina. Su análisis aporta conclusiones sobre la autoría divergentes con las de Canet (110–111), ofreciendo a la vez unas tablas textuales comparativas que serán de gran utilidad a futuras ediciones del texto. [...]

-- Rachel Scott (King's College, London), Renaissance Quarterly, 72, 1,  2019, pp. 375-376.

 Following an introduction to Celestina’s significance, plot, authorship, print history, and reception, by Joseph T. Snow, the collection is divided into three sections. In the first, “Texts, Origins and Sources,” essays by José Luís Canet and Fernando Cantalapiedra Erostarbe consider Celestina’s authorship and textual history,  touching upon the complexities of medieval book production and the manuscrito de Palacio, respectively.

-- E. Michael Gerli (University of Virginia), Bulletin of the Comediantes, 2018, vol. 70, 1, pp. 123-127.

 

«Notas sobre El Manuscrito de Palacio II-1520, adiciones marginales y controversias filológicas»

 Celestinesca 40 (2016): 9-52

http://parnaseo.uv.es/Celestinesca/Celestinesca40/Celestinesca40.html

Un don Juan humanista

en Mireya Angulo (ed.) Geometrías del laberinto. Estudios sobre la obra de Juan Ignacio Ferreras. Madrid. La biblioteca del laberinto. 2010, pp. 207-220.

La Celestina y Seniloquium

Celestinesca, número 29, 2005, Universidad de Valencia, págs. 9-45.

Miguel de Cervantes. Esbozos biográficos sobre el autor de Don Quijote.

Andalucía en la Historia, año III, número 10, julio 2005, pp. 18-27.
 
 https://www.youtube.com/watch?v=2bZ2dY-YxdE

Celestina Comentada

ed. Louise Fothergill-Paynet †, Enrique Fernández Rivera y Peter Fothergill-Paynet, con la colaboración de Ivy Corfis, Michel García y Fabienne Plazolles.
Review Article en Bulletin of Hispanic Studies, volume 81, number 3, (july 2004), pp. 393-396.

Luminotecnia y teatralidad. Samuel Beckett, Comédie.

Teatro. Revista de estudios teatrales,  20, (junio 2004), pp.103-170.
Universidad de Alcalá de Henares,

Teatralidad, transteatralidad y enunciado teatral.


Teatro. Revista de estudios teatrales, nº 13-14, 2001, pp. 421-458.
Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá de Henares,

Hacia una poética espectacular.

Discurso. Revista Internacional de Semiótica y Teoría literaria,  11, 1997, pp. 51-69.
Sevilla, Ed. Alfar.

El refranero celestinesco.

Celestinesca, vol. 19,  i-ii, 1995, pp. 31-56.
Michigan State University,  EE.UU.

Hacia un método de análisis de lo espectacular.

Alcalá de Henares , Universidad de Alcalá de Henares.

Desflorar el honor del ‘pos-teatro’.


Teatro. Revista de estudios teatrales, 1, 1992, pp. 227-248.

Hacia una teoría semántica de los papeles del teatro del Siglo de Oro.

Discurso. Revista Internacional de Semiótica y Teoría literaria,  6, 1991, pp. 75-98.
Sevilla, Ed. Alfar.

Evocaciones en torno a los nombres de Sosia y Tristán.

Celestinesca, 1990, vol. 14, mayo 1990,  1, pp. 41-55.
University of Georgia, EE. UU.

Notas semióticas en torno a la honra y el honor.

Estudios semióticos, Forum Internacional de Semiótica, 1987,  13 /14, pp. 315-331.
Universidad de Barcelona, Asociación de Estudios Semióticos de Barcelona.

Las calificaciones de los actores.

Estudios semióticos, En torno a Peirce, 1986,   6 / 7, pp. 113-127.
Universidad de Barcelona. Asociación de Estudios Semióticos de Barcelona.

Los refranes en La Celestina y el problema de su autoría.

Celestinesca,  vol. 8, mayo de 1984,  1, pp. 49-53.
University of Georgia, EE.UU.

El teatro y la Guerra. Un discurso inédito de José Bergamín.

a) Foro de las Ciencias y de las letras, 1980, Colegio de Doctores y Licenciados, Granada.
    b  Diario de Granada,  30 de septiembre de 1983.

El teatro y la guerra. Un discurso inédito de Max Aub.

La Estafeta literaria, 15 de junio de 1978, págs. 15-16.
Madrid.

Los rasgos pertinentes del espacio en La Celestina.

en Garrido, M.A (Dir.) Crítica semiológica de textos literarios hispánicos.
 Madrid, C.S.I.C., 1986, pp. 285-298.

La Celestina, retrato de un mito.

en Ruiz Ramón y César Oliva (Dirs.), El mito en el teatro clásico espańol.
 Madrid, Taurus, 1988, pp. 89-104.

Las calificaciones exteroceptivas de los actores.

 en A.E.S. Investigaciones semióticas, I.
 Madrid, C.S.I.C.,  1986, pp. 125-126.

El motivo ‘escritura’ en la obra de Andrés de Claramonte.

 en A.E.S. (ed.)  Lo teatral y lo cotidiano.
 Universidad de Oviedo,1988, pp. 105-122.

La escena del ‘huerto-huerta’.

 en Criado de Val, M (Dir.), Literatura hispánica. Reyes Católicos y Descubrimiento.
 Barcelona, PPU, 1989, pp. 317-330.

Apuntes didácticos sobre la estructura de La Celestina.

en AA. VV.,  Actas das I Xornadas de didáctica de la literatura.
 Universidad de Santiago de Compostela, 1989, pp. 41-54.

La doble vida de Don Guido.

en AA. VV., Antonio Machado, Hoy.
 Sevilla, Alfar, 1990, tomo IV, pp. 249-60.

Las canciones en las comedias de Andrés de Claramonte.

en A.E.S., Investigaciones semióticas  III.
Madrid, Uned, 1990, pp. 241-250.

Hacia una teoría semántica de los ‘papeles’ en el Teatro del Siglo de Oro.

en Actas del III Simposio Internacional de la A.A.S.
Universidad de Granada, Microfichas, 1990.

Lectura de ‘Nueva-York’, oficina y denuncia.

en K. Reichenberger y A. Rordríguez L-V. (dirs.), Lorca, perfiles críticos.
Kassel, Reichenberger, 1992, pp. 39-62.

Semiótica y problemas de atribución textual.

en A.E.S. (Dirs.), Investigaciones semióticas IV.
Madrid, Visor, 1992, pp.59-68.

Notas semióticas sobre el poema ‘que bien sé yo la fonte...’

en Actas del I Congreso Internacional Sanjuanista.
Ávila, Junta de Castilla y León, 1993, Vol. I, pp. 373-385.

Espacio y desplazamiento en el Teatro del Siglo de oro.

en Criado de Val, M. (Dir.), Caminería Hispánica.
Madrid-Guadalajara, Aache, 1993, tomo II, pp. 363-378.

Teatro pánico: La primera comunión. Análisis semiótico.

en F. Torresz Monreal / AA. VV., Teatro y nuevas formas (Panorámicas, Beckett, Arrabal).
Consejería de Cultura y Educación de Murcia. / Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia, 1994, págs. 65-81.

Las figuras alegóricas en el teatro cervantino. Hacia una gramática semántica de lo espectacular.

en AA. VV.,  Cervantes. Estudios sobre Cervantes en la víspera  de su centenario.
Kassel, Reichenberger, 1994, tomo II, pp. 381-400.

La ficción figurativa y espectacular. La transteatralidad.

en Pozuelos Yvancos, J. M. y Gómez, Vicente (Dirs.), Mundos de ficción.
Universidad de Murcia, 1996, pp. 403-409.

Teatralidad y semiótica tensiva. Samuel Beckett: Vaivén.

en A.E.S. (dir.) Mitos.
Universidad de Zaragoza, 1998. pp. 662-669.

Mística y microsemántica. San Juan de la Cruz, ‘Coplas del Alma que pena por ver a Dios’.

en A.A.S. (Dir), Espacios literarios y espacios artíticos.
Universidad de Jaén, 1999.

Del mito a la teoría teatral en el teatro oriental.

en Francisco Torres Monreal (Dir.), El teatro y lo sagrado: de M. de Ghelderode a F. Arrabal.
Universidad de Murcia, 2000, pp. 627-650.

Sentencias petrarquistas y adiciones a la TragiComedia de Calisto y Melibea.

en  Botta, Cantalapiedra, Reichenberger, Snow (Dirs.), Tras los pasos de La Celestina.
Kassel, Reichenberge, 2001, pp. 55-154.

Hacia una teoría de los formatos escenográficos. El teatro calderoniano.

en  Ignacio Arellano (ed.), Calderón 2000. Homenaje a Kurt Reichenberger en su 80 cumpleańos.
Kassel, Edition Reichenberger, Estudios de Literatura, 75 / 76, 2002, Vol. I, pp. 291-305.

Risa, religiosidad y erotismo en La Celestina.

en Ignacio Arellano y Jesús M. Usunáriz (eds.), El mundo social y cultural de La Celestina.
Madrid-Frankfurt, Iberoamericana- Vervuert, 2003, págs. 45-69.

Alisa y Celestina, las comadres de las Tenerías.

en Mª Isabel Sancho, Lourdes Ruiz, Francisco Gutiérrez (eds.), Estudios sobre Lengua, literatura y Mujer.
Jaén, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Jaén, 2007, págs. 63-130.

TragiComedia de Calisto y Melibea. V centenario: 1499-1999.

Anónimo / Fernando de Rojas.

(Edición crítica y estudios)

TOMO I: La Celestina y su autoría. (XIV, 1-235 págs.)

TOMO II: Edición crítica. (XXIV, 236-854 págs.)

TOMO III: Floresta celestinesca. (XXIV, 855-1677 págs.)


Ed. Fernando Cantalapiedra Erostarbe.
2000, xi, 235; xxiii, 237-853; xvi, 855-1720 pp. Hardcover
Reichenberger, col. Ediciones críticas 102/104.
ISBN: 978-3-931887-71-1

La edición crítica de La TragiComedia de Calisto y Melibea, a cargo de Fernando Cantalapiedra, es sin duda alguna la más completa de todas las ediciones hasta ahora publicadas. Es la única en recoger las glosas del Comentador anónimo de La Celestina y las confronta además con los textos de los críticos modernos; es también la primera edición que presenta, conjuntamente a su ascendencia, su propia descendencia literaria: La segunda Celestina, La tercera Celestina, la Hija de Celestina, la Lozana andaluza...
Recupera el carácter anónimo de la primera edición, con los añadidos de la tragicomedia gráficamente bien diferenciados del texto de la Comedia. A fin de facilitar la búsqueda de pasajes textuales el texto de La Celestina está numerado en versículos, siguiendo el modelo de Miguel Marciales.
El aparato crítico de la edición de Fernando Cantalapiedra contiene más de mil setecientas notas, organizadas según el esquema siguiente: a) variantes textuales, b) concordancias internas, c) textos literarios, anteriores y posteriores, d) las explicaciones léxicas de los diccionarios, Covarrubias, Autoridades..., e) comentarios de los críticos, y f) las propias observaciones del editor. Todos los textos citados siguen un orden cronológico y van encabezados en letras versalitas por su emisor, lo cual otorga a la edición un carácter fuertemente dialógico.
El tercer volumen, la Floresta celestinesca, consta de unas setecientas páginas repartidas en cinco diccionarios: refranes (536), dichos y frases proverbiales (578), sentencias (295), personajes históricos, literarios o mitológicos (125), y la botica de la Vieja (119); contiene alrededor de mil seiscientas cincuenta entradas en las que se sigue el mismo esquema organizativo que en las notas de la edición crítica, y en donde se precisa el versículo y el personaje que pronuncia la frase. Su clasificación temática y alfabética, la infinidad de textos citados, incluyendo las paremias empleadas por los sefardíes de hoy en día, hacen de esta Floresta un útil de consulta imprescindible para los hispanistas.

RESEÑAS:
  • Dorothy S. Severin (University of Liverpool), en Bulletin of Hispanic Studies, vol. 79, number 4, 2002, p. 565.
  • Francisco Torres Monreal (Universidad de Murcia), en Celestinesca, 29, 2005, Mayo, pp. 263-268.
  •  De la presente edición, elaborada con saber y tenacidad de orfebre por Fernando Cantalapiedra Erostarbe (en adelante FCE), llama la atención su extensión, más de 1700 págs., y su esmerada y cuidada presentación en tres tomos; rasgos que muestran una vez más el afecto, cariño y tesón que manifiestan Roswitha y Kurt Reichenberger a la hora de editar los títulos de sus colecciones. En el título de la edición, FCE muestra ya claramente cuáles son sus intenciones. Por un lado, recupera la doble autoría —Anónimo / Fernado de Rojas—, y, por otro, las dos versiones de la obra —la comedia de 16 actos frente a la tragedia de 21 (22) actos. En el primer tomo, «La Celestina» y su autoría, justifica la doble autoría; y para ello sacrifica los clásicos prólogos —no hay, pues, ni resumen ni interpretación de la obra, ni estudio histórico, ni esbozo siquiera sobre los personajes, el espacio, los conflictos narrativos o sociales, nada sobre el estilo, la recepción de la obra, etc.— Todo esto puede resultar extraño, particularmente cuando nos consta que FCE ya dedicó una tesis doctoral, un libro y algunos artículos, al estudio de todo lo que acabo de mencionar. Este sacrificio intencionado le permite centrar su trabajo en un solo punto, el de su teoría sobre la autoría de La Celestina; teoría que FCE había simplemente esbozado en varias ocasiones, desde 1978 hasta nuestros días, siempre de pasada y sin atreverse a levantar demasiado la voz. Según FCE, alguien, Fernando de Rojas o quien fuere, encontró los doce primeros actos de la Comedia, y añadió el resto (incluso la primera escena del huerto, el final del acto Xii —soliloquio de Celestina— la primera aparición de Pleberio, xii, 58-59, e innumerables adicciones primeras y segundas), transformando lo que era una comedia (la tristeza de Calisto transformada en felicidad) en una tragedia (la felicidad convertida en muerte), y posteriormente en una tragicomedia (Tratado de Centurio y auto de Traso). En esta dificilísima aventura, FCE se hace acompañar por dos ilustres especiliastas de LC; en la primera parte (pp. 1-76) toma como guía el libro de Emilio de Miguel Martínez, La Celestina de Fernando de Rojas, en donde se defiende la autoría única para toda la obra; su norte en la segunda parte (pp. 77-134) es el libro de James R. Stamm, La estructura de La Celestina, quien sostiene la autoría de tres o cuatro autores. Se establece así un interesantísimo debate a tres bandas (más bien de dos en dos), en el cual, a la hora de interpretar los pasajes aducidos por ambos profesores, FCE —que suele añadir siempre que es posible nuevos ejemplos concordantes con los anteriores— nos recuerda que «la redundancia es la memoria genética de la creación literaria, es la que sostiene el edificio discursivo; pero hay maneras y maneras de reiterar» (pág. 8). Hay que distinguir la redundancia propia del primitivo edificio textual de la simple imitación de la pluma ajena, ya sea en adiciones primeras o en adiciones impresas, lo cual no es nada fácil en caso de LC. Citaré un caso. A los siete ejemplos que cita de Miguel sobre el llanto, FCE añade otros diez similares (pp. 22-23); y lo que debiera ser un suplemento de prueba a favor de la autoría única se desmorona en el análisis consiguiente (pp. 23-24) en el que se muestra que unos están copiados, otros tomados del Index de Petrarca, otros son de tono paródico; y que todos ellos se distribuyen en dos grupos semánticos: a) «i-xii: lloro, llorar, enternecer los ojos, lágrimas derramar, no llores, lloras de tristeza, lloro de plazer. b) xiii-xxi: rasgues, meses, gemidos, bozes altas, congoxas, hieres, meses, rascuñes, maltrates…» Para James R. Stamm el primer acto es anónimo, pero reconoce, sin embar go, que «este segundo acto traba una relación estrecha con el Auto» (pág. 83). Tan estrecha es la relación que FCE cita a continuación 143 puntos de cohesión—con varias citas en cada uno de ellos— entre el primer acto y los once siguientes (pp. 79-96). Y dado que para el profesor Stamm el Tratado puede ser de una tercera pluma, FCE nos muestra la cohesión interna de los nueve últimos actos (27 elementos de cohesión para el xivT, 35 par el xvT, 21 para el xviT, 12 para el xviiT, 12 para el xviiiT, 44 para el xixT, sin contar las simples copias y los pasajes parodiados, que también cita, de la primera parte de la obra; esto es, no omite nunca los ejemplos que pudieran parecer contrarios a sus tesis. Este primer tomo es el menos voluminoso de los tres, pero tengo la impresión de que el lector lo juzgará, por el asunto tratado, como el más intenso. El tomo se cierra con una serie práctica e interesantísima de listados organizados alfabéticamente y por actos (pp. 135-209): a) de nombres propios, b) de refranes, c) de sentencias, d) de sentencias tomadas de la obra de Petrarca, y e) de sentencias tomadas directamente del Index del mismo autor. El segundo tomo presenta la edición crítica de la obra con las siguientes particularidades. FCE sitúa en primer lugar los 16 actos de la Comedia, a continuación el Tratado de Centurio, y después el Auto de Traso. En la primitiva Comedia señala minuciosamente los añadidos posteriores, las llamadas adiciones segundas o impresas, en letra cursiva y en párrafos aparte y sangrados, lo cual facilita la doble lectura de la obra, en tanto que Comedia de 16 actos y en tanto que Tragedia de 21 (22) actos. FCE nos ofrece asimismo los grabados de La Celestina respetando el lugar que ocupan en sus primeras ediciones. Cada acto contiene los grabados de cuatro ediciones: tras el argumento de cada auto aparece el grabado de la edición de base, Valencia 1514, y en la página siguiente los otros tres, Burgos 1490, Sevilla 1502 [1518], y Toledo 1538. El final del acto xii lleva tres planchas fijas (Valencia, 1514; Sevilla, 1502 [1518]; y Toledo, 1538). Los actos xiii y xiv llevan detrás del argumento cinco grabados, puesto que la edición de Toledo lleva dos; los actos del Tratado, xvt al xixt llevan tres en el mismo lugar, y este último se cierra, al igual que el xii, con otras tres planchas fijas. FCE respeta el texto de los distintos momentos editoriales, rechazando la idea de establecer un utópico texto definitivo, y presenta como texto base la edición de Valencia de 1514, con sus correspondientes lecciones y variantes textuales —incluyendo todas las variantes del manuscrito, recientemente encontrado, Celestina de Palacio—. Pero, puesto que separa la Comedia de la Tragedia, quizá hubiese sido más interesante utilizar la edición de Burgos (1499) como texto base de la primera, y la de Zaragoza (1507) o la de Valencia como texto de la segunda obra. La edición divide el texto en versículos; FCE sigue en esto a Miguel Marciales, (por ejemplo, acto vii, pasajes del 1 al 56), lo que permite encontrar las citas con cierta facilidad, aunque nos advierte en la Nota previa que «esta partición dista mucho de ser perfecta, pero no es conveniente establecer nuevas numeraciones» (pág. xi). Creo que es la primera edición que divide los largos parlamentos en párrafos, facilitando así su lectura y comprensión. FCE señala los refranes en el propio corpus con comillas simples y las sentencias con un asterisco; todo este material, más los dichos y frases, los ingredientes de la botica de la Vieja y los nombres propios, lo anota en el tercer tomo. Las notas de la edición crítica son abundantísimas —422 para el primer acto, 293 en el acto vii, 319 en el xii— y generosas en su amplitud —por ejemplo, en las páginas 288 y 289 aparecen una y dos líneas de una réplica de Sempronio y el resto lo ocupa el texto de las notas— ; el sistema de anotación tanto para el segundo como para el tercer volumen, obedece al siguiente esquema: a) variantes textuales, b) relaciones del pasaje anotado con otros de la obra, c) notas lexicales (diccionarios), d) ecos transtextuales —anteriores y posteriores a La Celestina—, e) comentarios y notas de la crítica especializada, f) sus propias apreciaciones. En un primer momento, el estilo de anotación quizá resulte extraño, pues es ajeno a las normas en uso; sin embargo, inmediatamente se observan las ventajas de colocar en primer lugar y en letra versalita el nombre del autor o de la obra citada a continuación, lo cual nos permite saber, antes de leerla, si se trata de una nota léxica, crítica o literaria, y seguir por ende el rastro de un autor o de una obra. Aunque a veces las glosas de FCE, al no figurar su nombre ni marca distintiva alguna, pueden confundirse con las del autor citado en el párrafo anterior, por ejemplo en las notas 115 de la pág. 293, y en la 254 de la página 501. Tanto en el segundo como en el tercero hay infinidad de ejemplos literarios; FCE recoge, por citar un ejemplo, las Celestinas posteriores, no todas, lo que ya es de por sí otra novedad editorial, en el sentido de considerar tanto la hipotextualidad, como es tradición filológica, como la hipertextualidad, la ascendencia y la descendencia literarias, no sólo en el sentido estricto de dependencia sino también en el de fondo cultural común. Señala asimismo lo que pueden ser añadidos anteriores a la primera edición conocida, citando de nuevo el pasaje sin el texto agregado, de tal modo que el lector tenga ante sus ojos las dos versiones y pueda juzgar en cada momento si la hipótesis le parece plausible o no. No terminan aquí las primicias, pues FCE incorpora a su magna edición todas y cada una de las innumerables glosas (total o parcialmente, pero siempre lo fundamental) a La Celestina realizadas por un Comentador anónimo del siglo xvi (ms. 17.631 de la BN), y acto seguido citas de otros críticos modernos por estricto orden cronológico, ofreciendo así al lector y al investigador el estado actual de la cuestión crítica, aunque la información se repita. Por citar un ejemplo, de este modo, y por primera vez, el lector y el investigador observan, directamente, la enorme deuda contraída por Castro Guisasola, y prácticamente no reconocida, con el Comentador anónimo de La Celestina. También cabe destacar la incorporación a la edición de los ejemplos de LC citados por el diccionario de Autoridades, La Celestina como autoridad de la lengua española, así como las relaciones existentes entre las paremias de la obra editada y los refranes que aún utilizan los judíos sefardíes. Otro detalle importantísimo para los investigadores: en los tomos ii y iii, FCE relaciona constantemente el pasaje anotado con otros de la obra, estableciendo a cada paso una tupida red de relaciones internas, tanto discursivas como narrativas. Baste un ejemplo: Texto: Celestina.— (ix, 9) […] que están aquí dos hombres que me quieren forçar. Nota 31 a pie de página: Cf. vi, 37: sí, sí, porque no fuercen a la niña [Pármeno se refiere a Celestina]; vii, 103: no he temor que me fuercen en la calle [Celestina se lo dice a Pármeno]. Y en los pasajes vi, 37 y vii, 103 se anotan las mismas interrelaciones. Originalísima y sumamente práctica es la organización del monumental tercer tomo, Floresta celestinesca, en cinco diccionarios: a) El refranero celestinesco (pp. 855-1144 con 542 entradas); b) los dichos y frases proverbiales (pp. 1145-1336, con 578 entradas); c) el florilegio de sentencias (pp. 1337-1488 con 294 entradas); d) los exempla de personajes literarios, históricos y mitológicos (pp.1489-1550 con 125 entradas); e) la botica de la vieja (pp. 1551-1616 con 130 entradas). Esto representa un total de 1669 entradas. Tras las paremias, en negrita, FCE indica los conectores: /assí que, /lo que se dice que, /pues, /porque, /Entonces acertarán, quando…; indicando en la línea siguiente la referencia al pasaje y al nombre del personaje que pronuncia la paremia, y distinguiendo en todo momento entre paremias pertenecientes a la Comedia y las que dependen de las interpolaciones impresas en la Tragicomedia. FCE utiliza en la Floresta el mismo esquema de notas que en la edición crítica, salvo que ahora las notas se transforman en texto normal. De tal modo que, por citar un ejemplo, la sentencia añadida «Aquel es rico que está bien con Dios...» ocupa las páginas 1345-1347 y ofrece citas de Vita Christi, Desprecio de Fortuna, Silva de varia lección, Seniloquium, Correas, De Refranes, Comentador, Cejador, Castro-Guisasola, Deyermond y Severin. Dado que existe una cierta oscilación entre frases proverbiales, refranes y sentencias, quizá, no estoy muy seguro de ello, la fusión de estos tres diccionarios en uno hubiese facilitado aún más las consultas; claro que entonces FCE tendría que haber señalado en cada una de las entradas el tipo de paremia. Por si todo ello no bastara, FCE nos brinda, además, una serie de utilísimos listados alfabéticos de las paremias utilizadas en la Comedia y en la Tragicomedia (pp. 1617-1679): a-b) los refranes, c-d) los dichos y frases, e-f) las sentencias, g-h) los exempla, i-j) los ingredientes de la Botica. En la lista de dichos encontramos, por citar un caso, «Lo de tu abuela con el ximio, hablilla fue?» que nos remite a la pág. 1250; y en ella encontramos pasajes de Flores Curiosas (donde se narran las relaciones sexuales de una mujer con un simio), Autoridades (con una cita del Quijote, ii, ii: ‘Tal piensa que adora un ángel, y viene a adorar un ximio’) y Marciales (ximio = hombre negro, cuco, cuclillo = cornudo ...), mientras que FCE nos recuerda el refrán, coincidente con el de Miguel de Cervantes, ‘Ni por casa ni por viña, no tomes muger ximia (o mezquina)’. De este modo, FCE ofrece datos que apuntan en direcciones distintas (animal / moral), y, aunque no lo diga explícitamente, se inclina por la segunda opción. Algo similar acontece con la segunda parte de la réplica de Sempronio ‘testigo es el cuchillo de tu abuelo’ (págs. 1317 y 1318), en cuya entrada nos brinda ejemplos de la lectura ‘cuchillo’ (Milagros de Nuestra Señora, Quevedo, Correas, Autoridades, Maxime Chévalier) y de su posible sustituto ‘cuclillo’ (Proverbios glosados, Covarrubias, Correas, Floresta Española). En la lista de los Exempla de la Tragicomedia encontramos junto a los nombres clásicos, el de Molléjar el ortelano (añadido al pasaje xii, 52), que nos remite a la pág. 1526, y en cuya entrada se citan textos de Segunda Celestina, Refranero de Espinosa, Correas, Covarrubias, Autoridades, M. Bataillon, Gilman y Severin; en este caso, FCE rechaza la interpretación de los tres últimos, un recuerdo autobiográfico de Rojas, y lo entronca, a la luz de los textos citados, en la línea paródica del Tratado de Centurio, «Mesonero / Mollejas: ‘ladronzuelo / holgazán, cobardica’». En el diccionario La botica de la vieja encontramos dos páginas (15661567) dedicadas al famosísimo y diabólico ‘azeyte serpentino’. FCE demuestra que de diabólico no tiene nada, que era un aceite que se recetaba contra la ictericia, se vendía legalmente en las farmacias, y se confecionaba simplemente con lombrices; lo que indica que Celestina actúa como curandera y no como hechicera. En la misma línea interpreta ‘la sangre de murciélago’ y ‘ala de drago’ (págs. 1608-1609), pues propone la lectura ‘sangre de drago’ y ‘ala de murciélago’; la primera con el sentido de ‘bermellón’, y de planta medicinal utilizada en la edad media como cicatrizante, para fortificar las encías, y en curas de rejuvenecimiento y belleza; y la segunda, con el sentido de ‘burla y mentira’. A pesar de algunas inevitables erratas, a pesar de no haber contado el autor ni el editor con ninguna ayuda económica ni de ningún otro orden, estamos ante una edición monumental y pionera, en muchos aspectos, donde se aúna el rigor científico con la elegancia en la presentación de la obra, y lo cómodo de su lectura con la facilidad de la búsqueda de datos; lo que convierte a esta magna edición del V Centenario en una eficaz herramienta de trabajo para los investigadores de la obra. Francisco Torres Monreal Universidad de Murcia